Todo grupo ocupacional desarrolla en su camino hacia el profesionalismo ciertas ideologías o sistemas de creencias que dan sentido a su trabajo y le justifican dentro del propio grupo y frente a personas externas a él (Elliott, 1974: 138-142). Los profesionales del periodismo no han sido ajenos a este proceso de creación de culturas profesionales: han alcanzado un nivel de profesionalización suficiente como para tener conciencia de compartir una cultura ocupacional, convirtiendo el periodismo en un campo de acción autónomo con sus propias reglas, que compite con otras instancias para ganar influencia social y para ello necesitan legitimarse a través de prácticas que se transforman en modelos de referencia y prácticas de trabajo. Las imágenes proyectadas por los periodistas sobre sus ideologías profesionales se han concretado en diversos modelos profesionales (periodismo objetivo, vigilante, cívico, etc.).
A partir de esta constancia el análisis de los roles y orientaciones asumidas por los periodistas es uno de los temas de investigación más desarrollados. Las primeras reflexiones sobre los modelos profesionales se plantean a finales de los años sesenta. Las aportaciones de los trabajos de Tunstall (1970), Janowitz (1975) y Johnstone, Slawski y Bowman (1976) hasta los estudios sucesivos de Weaver y Wilhoit (1991, 1996, 2006) han sido el fundamento de uno de los temas de investigación más importantes dentro de los estudios sobre periodismo. Más recientemente, Donsbach y Patterson (2004: 265-266) propusieron un modelo de análisis de las percepciones de los roles profesionales con dos dimensiones: en el primera el periodista asume bien una actitud activa o bien pasiva frente al acontecimiento, dependiendo de si actúa con independencia de sus propios intereses o no; la segunda dimensión se refiere a la posición neutral o de toma de partido frente a los hechos. Hallin y Mancini (2004) se refieren a las orientaciones y prácticas profesionales que marcan la cultura profesional de los periodistas en cada sistema de medios. Dichas orientaciones se mueven en un continuo que va desde el periodismo orientado al comentario (modelo pluralista-polarizado) al periodismo informativo, cuyo fin es obtener noticas y hacerlas llegar al público (modelo liberal). Mazzoleni emplea el concepto de “orientación profesional de los news media” para referirse a dos tipos ideales de producir información política. La primera orientación es la pragmática, que se caracteriza por la lógica de trabajo basada en los intereses exclusivamente periodísticos. En el lado opuesto, estaría la orientación sacerdotal, que adapta los modos de producción de noticias a los intereses del sistema político (Mazzoleni, 2010: 94).
De entre las aportaciones actuales hemos de señalar los trabajos de Deuze (2005), Allan (2004), Preston (2009), Kuhn y Neveu (2002), y sobre todo Thomas Hanitzsch (2007, 2011). Este último autor entiende por cultura periodística un "particular conjunto de ideas y prácticas mediante las que los periodistas, consciente o inconscientemente, legitiman su papel en la sociedad y dan sentido a su trabajo para ellos mismos y los demás". Ha propuesto un modelo explicativo de los roles institucionales con tres dimensiones. La primera dimensión (intervencionismo) refleja en qué medida el periodista promueve ciertos valores, se compromete socialmente o por el contrario mantiene la neutralidad, la imparcialidad, la objetividad. La segunda dimensión se relaciona con la distancia frente al poder, que sitúa al periodista bien como adversario o como colaborador. La última dimensión tiene que ver con la orientación al mercado, la búsqueda de audiencia, más que a la consecución del interés público, y a promover ciudadanos bien informados.
No obstante la abundancia de trabajos, el estudio de las culturas profesionales del periodismo se enfrenta todavía a retos importantes. El primero de ellos definir e identificar adecuadamente los elementos de las culturas profesionales. En relación directa con el primero estaría la mejor operacionalización del concepto y de sus elementos para la investigación empírica. Profundizar sobre el análisis de la brecha entre actitudes expresadas por los periodistas y la plasmación de la cultura profesional en los contenidos periodísticos (Mellado, 2014). Las modificaciones introducidas por las nuevas tecnologías, no sólo la digitalización y la aparición de publicaciones online, sino uso de blogs y redes sociales para difundir contenidos periodísticos. Por último, es necesario abundar en el estudio de las culturas periodísticas en diferentes contextos desde una perspectiva comparada.
En este número de DISERTACIONES invitamos a la comunidad académica a proponer manuscritos inéditos que sean resultado de investigaciones y estudios en este tema, que permitan avanzar en su conocimiento.
Plazo de envío de artículos: hasta 30/07/15
Coordinadora del Número: Dra. María Luisa Humanes (marialuisa.humanes@urjc.es)