La revolución del mundo digital ha llegado también al entretenimiento y la ficción televisiva, hasta el punto que la muerte de la Televisión se está anunciando desde hace tiempo, y recientemente incluso se le ha puesto una fecha (2030, según el CEO de Netflix). En el ámbito académico, el fenómeno del cambio de modelo audiovisual ha recibido diferentes denominaciones ("el fin de los medios masivos", Carlón y Scolari, 2014, "post-televisón", Ramonet, 2002; "el fin de la televisión", Missika, 2007). Los hábitos de producción y consumo han cambiado sustancialmente desde que la tecnología digital se ha impuesto, y los nuevos canales por cable se han unido a la posibilidad de descarga y consumo de este tipo de producciones audiovisuales a través de internet. El mercado digital bajo demanda se ha desarrollado de forma exponencial en los últimos años, hasta el punto de convertirse en el sector que ha experimentado un crecimiento mayor del panorama audiovisual. Según todas las previsiones, la ficción audiovisual seguirá liderando la oferta de contenidos del mercado digital. Los hábitos de consumo de la audiencia han pasado de una o dos pantallas a la multipantalla y la multiplataforma. Los adolescentes fueron los primeros en recibir la denominación de “policonsumidores de medios” (Casas, 2007: 226, 228), con un comportamiento que ha emulado la sociedad en su conjunto. Desde el punto de vista de la producción, las televisiones han incorporado los conceptos de “multicanal” y de “multidifusión” (Tous-Rovirosa, 2009: 127). Actualmente la audiencia social se considera una importante manera de medir la audiencia, incorporando el seguimiento en Twitter a las mediciones, como hace Kantar Media. Ver la televisión está estrechamente vinculado a comentar dicho contenido en las redes sociales. El público se ha segmentado y la atención del consumidor es uno de los recursos más buscados. Del broadcasting al narrowcasting, los contenidos televisivos tienen que ser necesariamente más especializados. Nuevas empresas, como Netflix, y Amazon, ofrecen servicios que prometen mudar completamente el consumo de ficción audiovisual. Netflix produce un cambio profundo en la cadena de valor, tanto en el modelo de ingressos como en la oferta y producción de contenidos. El consumo en streaming y el binge-watching o maratón de visionado de capítulos se está imponiendo sobre todo entre los adolescentes y jóvenes. Nuevos actores se han unido a la producción de series de televisión, a emitir por el conducto tradicional o por internet. El monográfico sobre digitalización y series de televisión se centra precisamente en este nuevo panorama de producción, distribución y consumo de series de televisión, siendo algunos de los temas clave las siguientes cuestiones: -comercialización de contenidos versus consumo ilegal -nuevas formas de visionar: streaming y binge-watching -del prime-time a My Time. Fragmentación de contenidos y especialización -la muerte de la televisión y sus consecuencias -aspectos productivos: Netflix y Amazon -audiencia social: visionar conectados Zona Abierta: artículos sobre cualquier temática relacionada con el objeto de estudio general de la revista (la comunicación digital). Reseñas: críticas de monografías y tesis doctorales, relacionadas con el ámbito de la comunicación digital, aparecidas a lo largo de los últimos dos años.
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